Thursday, April 19, 2007

Octavio Paz, cronista de la gestación de la ONU

De Milenio.com, Mx.

Servicios Google para Bloggers
.
Una faceta poco conocida del poeta se reúne en el libro Crónica trunca de días excepcionales, el cual recoge los testimonios enviados por Paz, como corresponsal, acerca de la Conferencia de San Francisco.

Del 25 de abril al 26 de junio de 1945 se realizaron una serie de pláticas entre representantes de distintos gobiernos, que se conoció con el nombre de Conferencia de San Francisco, de la cual nació la Carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, este último constituido como el órgano esencial para conservar la paz del mundo.

El poeta Octavio Paz testimonió aquellos días para la revista Mañana, escritos que conforman el libro Crónica trunca de días excepcionales (UNAM, 2007), publicado dentro de la colección Pequeños Grandes Ensayos, con presentación y notas de Antonio Saborit.

Una experiencia del Nobel de Literatura para adentrarse en la vida y las intrigas de la diplomacia, más allá de su decisión de no retornar a México inmediatamente y de luchar para sobrevivir con sólo un ingreso seguro, los 30 dólares semanales, en promedio, que le otorgaba la Comisión Nacional Bancaria por su licencia con goce de sueldo, con lo cual se convirtió en testigo de una época fundamental en la historia mundial del siglo XX.

“En los escritos, Paz ofrecía un análisis agudo, muy bien informado de los debates que se dirimían en las distintas mesas de la Conferencia de San Francisco. Si uno considera que estaba en California porque había solicitado y obtenido un estipendio de la Fundación Guggenheim para un asunto indudablemente literario y, de pronto, lo ves reportando in situ, ofreciendo crónica de color y análisis político de gran nivel, entonces el asunto se vuelve de lo más notable y excepcional”, asegura Saborit.

Presentado anoche, en el marco del noveno aniversario luctuoso de Octavio Paz (Ciudad de México, 31/03/14–19/04/98), el volumen es el primero editado del poeta en los últimos cinco años.

Entre el periodismo y el ensayo

En aquella publicación aparecieron seis crónicas de Octavio Paz –que también podían leerse como ensayo político–, en las cuales quedaron reflejadas perspectivas de la historia “sorprendentemente profundas”, a decir del historiador, que no se perciben en los envíos de otros corresponsales: “Estas crónicas fueron algo de lo mejor que le ocurrió a la delegación mexicana.”

“Son páginas en las que Paz reunió la inestabilidad de lo actual y la esencia de la compleja coyuntura diplomática, pero también en las que puso sobre la mesa que si bien la causa del Estado mexicano no era ajena a la de los aliados, en el momento de la victoria no se confundía obedientemente con ella.”

La última crónica de Octavio Paz se publicó el 9 de junio de 1945, si bien no fue una interrupción con explicaciones de los editores, sino más bien abrupta, de ahí que para Saborit todavía sea un enigma el paradero de un último texto que el mismo poeta había anunciado en el párrafo último del escrito con el cual se interrumpieron sus crónicas.

Algunos detalles de su paso por San Francisco aparecieron en Itinerario, aunque sólo son algunos renglones, donde define como estimulante su participación en la Conferencia, mientras en las seis crónicas se le puede ver trabajando a medio camino entre el periodista de a pie y el agudo analista político.

“Paz fue un escritor muy prolífico y las crónicas son un botón de muestra de lo que por algún motivo, probablemente las prisas de la vida misma, se quedaron en las páginas de revistas y periódicos olvidados, concentrado en sus propios libros de poesía o de ensayo.

“No dudo que cuando Enrico Mario Santí concluya la biografía intelectual que prepara desde hace algunos años, encontraremos facetas que en este momento ignoramos sobre la vida, el quehacer, el pensamiento de Octavio Paz”, concluye Saborit.

Nueve años sin Paz

Tras el fallecimiento del poeta, muchas cosas cambiaron entre las personas que le rodeaban. No sólo se dio el cierre de la revista Vuelta y la posterior aparición de Letras Libres, sino hasta una especie de reacomodo entre el grupo de intelectuales que se movían alrededor de su figura.

Uno de los hechos más visibles fue el retiro del apoyo del grupo de empresarios que habían contribuido a la creación de la Fundación Octavio Paz, con lo cual también se le retiró a su viuda, Mari-Jo Paz, el inmueble en el que se encontraban sus oficinas y su casa.

Con ello se propició la interrupción del Premio de Poesía y Ensayo que llevaba el nombre del poeta, aun cuando el reconocimiento sobre su égida parece no haber disminuido como muchos hubiesen pensado.

Figura imprescindible para comprender al México de la segunda mitad del siglo XX mexicano, imaginación y lucidez puestas al servicio de la lengua castellana, a pesar de que la polémica y el recelo de algunos intelectuales de izquierda prácticamente no lo abandonaron en los últimos años de su existencia.

“En México, antes, había sido visto con sospecha y recelo; desde entonces, la desconfianza empezó a transformarse en enemistad más y más abierta e intensa. Pero en aquellos días (década de los 50) yo no me imaginaba que los vituperios iban a acompañarme años y años, hasta ahora”, escribió alguna vez el poeta.

No comments: