Saturday, May 31, 2008

Literatura de las “pasteras”

Servicios Google/Noticias Aliadas, Ar, Ur.

Conflicto por fábricas de celulosa impulsa producción de libros y hasta de una película

La polémica abierta entre Uruguay y Argentina por la instalación de una planta de celulosa en territorio uruguayo ha trascendido a los gobiernos y a los vecinos de Fray Bentos y Gualeguaychú —ciudades enfrentadas geográficamente y ahora también por el potencial efecto contaminante de la fábrica— y se ha manifestado en una vasta producción literaria, en la realización de una película y en la aparición de un videojuego de claro corte xenófobo.

El conflicto se desató a finales del 2004, cuando el gobierno del entonces presidente uruguayo Jorge Batlle Ibáñez (2000-2005) autorizó a la finlandesa Botnia y a la española Ence la construcción de sendas plantas productoras de celulosa, conocidas como “pasteras”, sobre la margen oriental del río Uruguay —que delimita la frontera entre ambos países—, en las afueras de la ciudad de Fray Bentos.

Desde aquel momento la población argentina de Gualeguaychú —240 km al norte de Buenos Aires, en la provincia de Entre Ríos— se constituyó en asamblea, denunció el posible daño medioambiental de los emprendimientos y, tras varias interrupciones del tránsito por el puente binacional, realiza desde el 20 de noviembre del 2006 un corte permanente de esa vía con el objetivo de impedir el comercio y el flujo turístico hacia Uruguay.

Después de instalar el tema en la agenda política del país y, sobre todo, en la agenda del gobierno argentino, los asambleístas se trazaron el objetivo final de desactivar los proyectos fabriles, una meta que al principio recogió simpatías pero que desde noviembre del 2007, cuando Botnia empezó a producir al máximo de su capacidad, pocos suscriben por la irrealidad de la demanda.

Veintena de títulos
Humor y denuncia, novela y ensayo, la “literatura de las pasteras” comprende todos los rubros y ha llevado unos 20 títulos a las librerías, a los que deben sumarse decenas de informes y análisis científicos realizados por las universidades de ambos países y otros ámbitos académicos. En general, se trata de tiradas de entre 1,000 y 3,000 volúmenes que se venden a un precio en torno a los US$10 por ejemplar.

“Mi libro es una sátira sobre una situación absurda en extremo, es una novela rioplatense sobre una guerra idiota, sobre una guerra que no entraba ni entra en los cálculos de nadie, ni del más loco escritor de ciencia ficción, pero donde sin embargo están presentes los peores vicios de la guerra y, en especial, el nacionalismo exacerbado”, dice el humorista argentino Santiago Varela, autor de La guerrita, el primer libro de la “literatura pastera”.

En el otro extremo y con un riguroso tratamiento científico, pero coincidiendo en que un enfrentamiento entre argentinos y uruguayos sería la negación de la rica historia común de los dos pueblos, el politólogo Vicente Palermo y el geógrafo Carlos Reboratti reúnen las investigaciones propias y de otros ocho académicos de Argentina, Uruguay y Brasil para hacer de Del otro lado del Río, el más enjundioso de los libros editados en Buenos Aires.

Desde Uruguay, los títulos más significativos son la investigación Crónica del ocaso, de Hernán López Echagüe, y una novela breve de Javier Volonté, un vecino de Fray Bentos que hizo con Tres de Enero sus primeras armas en la literatura pero que logró un emotivo texto que muestra cómo la instalación de la planta de celulosa destruyó el histórico vínculo de amistad y familia que existía entre los pobladores de su ciudad y Gualeguaychú.

López Echagüe describe cómo viven los habitantes de las zonas rurales de los dos países —“la devastación que producen las fábricas e industrias del papel en el hábitat de las familias del campo”— y, en el prólogo, se lamenta de que Crónica del ocaso sea un libro “tardío” y se arrepienta “de no haberlo escrito antes, a mediados de 1985, cuando se aprobaron las leyes forestales en los dos países y empezó la plantación masiva de eucaliptos”.

Si bien la “literatura pastera” ha dado títulos poco ingeniosos —Chimeneas de Fray Bentos y Chimenea en Fray Bentos, por ejemplo— y hasta oportunistas —El medio ambiente no le importa a nadie. Bestialidades ecológicas en la Argentina: del Riachuelo a las papeleras, de Sergio Federovisky, que incluye un último capítulo sobre Botnia que, en todo caso, correspondería a una bestialidad uruguaya—, la parte triste de la historia llega de la mano del cine y del vídeo.

Controvertido documental
En un momento de tensión, y cuando en ambas márgenes surgían sectores de la derecha política interesados en exacerbar los sentimientos nacionalistas, el argentino Eduardo Montes Bradley realizó “No a los papelones”, un provocativo documental plagado de conceptos insultantes hacia la población de Gualeguaychú, que nunca llegó a ser exhibido en las salas del circuito comercial argentino.

El documental califica a los pobladores de Gualeguaychú de cómplices de la contaminación de otras siete pasteras instaladas en territorio argentino y sobre el río Paraná, el gran curso de agua que delimita por el oeste a la provincia de Entre Ríos (donde está enclavada Gualaguaychú).

“Si bien fue un claro y condenable acto de censura de las empresas distribuidoras, ese sentimiento nacionalista herido llevó a que todos asumieran un silencio cómplice —ningún medio de prensa, ningún crítico de arte, ninguna entidad estatal o privada argentina, nadie condenó esa conducta antidemocrática— y la película sólo se conoció a través de una proyección en el exclusivo balneario uruguayo de Punta del Este”, dijo el humorista y escritor Santiago Varela.

En una instancia de nacionalismo extremo, un videojuego de autor anónimo tuvo buen éxito de ventas a través de Internet, al proponer a los uruguayos que con una ametralladora virtual eliminaran a todos los asambleístas de Gualeguaychú que desde hace 19 meses interrumpen el tránsito de personas y bienes a través del puente binacional.

Presentan en México libros de Fabián Escalante

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México, 29 may (PL) El general retirado cubano Fabián Escalante asistió hoy a la presentación de sus libros en una ceremonia efectuada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En una intervención inicial, Escalante hizo un análisis de lo que es temática principal de sus obras literarias, la permanente agresión de Estados Unidos contra Cuba y su Revolución iniciada antes del triunfo revolucionario de enero de 1959.

Escalante se refirió a las recientes denuncias del gobierno cubano sobre el recrudecimiento de las acciones subversivas estadounidenses, apoyadas por su Oficina de Intereses en La Habana, para financiar a los grupos contrarrevolucionarios en Cuba.

Recordó que, desde 1956, antes del desembarco de Fidel Castro en costas orientales cubanas para iniciar la lucha armada en la Sierra Maestra, Washington utilizaba a la CIA y al crimen organizado para impedir la llegada al poder de Fidel Castro.

Después, relató la larga lista de 634 intentos de asesinato al líder cubano frustrados por los servicios de inteligencia, la grave tensión de la Crisis de los Misiles en 1962 y la participación del pueblo en el develamiento de numerosos complots. La Revolución cambió los conceptos de Estados Unidos y de todos los cubanos con respecto a su proyección política e ideológica, subrayó.

Finalmente, explicó al referirse a sus libros que si no se analiza la Historia es imposible comprender el presente y prever el futuro.

El catedrático de la UNAM, John Saxe-Fernández, recordó que sin el apoyo del pueblo era imposible que la revolución cubana existiera y la planificación de un sistema de defensa y seguridad nacional.

El general mexicano retirado José Gallardo calificó de muy enriquecedora la presentación hecha por Escalante y afirmo que Cuba democratizó la seguridad nacional al basarla totalmente en el apoyo y participación de su población.

Alertó que con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la llamada Iniciativa Mérida, Estados Unidos quiere apropiarse de los recursos energéticos mexicanos para mantener su hegemonía en el mundo.

El periodista Angel Guerra puntualizó que el pueblo es el gran escudo de la revolución y por ello puede decirse que, en Cuba, se democratizó la Seguridad Nacional.

Finalmente, el escritor y periodista Carlos Fazio dijo que los latinoamericanos tienen una gran deuda con Cuba que, durante el último medio siglo, ha sido la primera línea de defensa frente a las agresiones de Estados Unidos.

LA LITERATURA Y LA MUSICA SE PARECEN, GALEANO

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CIUDAD DE MEXICO, 30 (ANSA)- El escritor uruguayo Eduardo Galeano, de 63 años, criticó hoy el "sistema mundial de dominio que nos está llevando a todos al matadero o al manicomio".

"Es bueno recordar ahora que todos somos africanos emigrados, ante tanta demonización que hay de la emigración como si fuera un crimen", dijo en declaraciones en Madrid al diario mexicano La Jornada.

Galeano consideró que la literatura y la música "se parecen mucho" y reflexionó que por ello "es bueno leer en voz alta".

"Cuando uno escribe, cuando uno termina un texto, se lee en voz alta porque esa lectura te da la música de las palabras. Y la música manda. Tiene que haber una continuidad de la música", sostuvo. JMG

Tuesday, May 27, 2008

Dickens y el molesto señor Andersen

Nada peor que invitar a un amigo por unos días y que se te instale durante semanas.................
Dickens: fueron cinco semanas infernales
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Marcelo Justo, BBC Mundo /Servicios Google

Es lo que le pasó a un grande de la literatura, el inglés Charles Dickens, con otro grande, el danés Hans Christian Andersen, autor de cuentos como "El Patito Feo" o "La Sirenita".

Sucedió en 1857.
Andersen había visitado por primera vez Inglaterra 10 años antes.
En los salones de la condesa de Blessignton, que solía congregar a la crema y nata de Europa, conoció a Dickens.

Historia de dos escritores
Andersen admiraba al escritor inglés y se lo hizo saber, llamándolo "el mas grande de la época".
Dickens también sentía una gran admiración por Andersen: las condiciones estaban dadas para una amistad memorable.

El mes siguiente, Dickens fue a visitarlo a su alojamiento en Londres.
Andersen durmió acá cinco semanas, que a la familia le parecieron años

Charles Dickens
Como Andersen no estaba en casa, Dickens dejó un paquete con ejemplares de sus libros, entre ellos uno que se pone a la venta por unos 300 mil dólares la semana próxima en la feria de Libros Antiguos de Londres.

El libro tiene una dedicatoria que dice: "A Hans Christian Andersen de su amigo y admirador Charles Dickens".

Los dos escritores mantuvieron una cordial correspondencia durante lo diez años siguientes.

En el papel, hasta la fatídica visita de Andersen en 1857, fue la mejor de las relaciones.

El patito feo
La realidad complicó un poco las cosas.

Poco antes de llegar el autor de El Patito feo le envió una carta diciéndole que no se preocupara porque no lo iba a "importunar demasiado".

Pero su estadía de "unos días", empezó a eternizarse.

Pasaron una y dos semanas, luego tres y cuatro, y el desgarbado escritor danés seguía en casa.

Para Andersen, que admiraba tanto a Dickens, estar cerca del escritor era como un cuento de hadas de la literatura.

Para Dickens y su familia fue un infierno.

Ni siquiera entre los niños Andersen fue popular.

Una de las hijas de Dickens lo apodó el "huesudo aburrido".

Cuando finalmente se fue, Dickens escribió en el espejo del cuarto en el que había pernoctado el danés: "Andersen durmió acá cinco semanas, que a la familia le parecieron años".

Andersen, que nunca se caracterizó por su tacto social, no captó ninguna de las insinuaciones que le hicieron durante todo ese tiempo.

Hasta el final de sus días no entendió por qué Dickens no le volvió a responder sus cartas.

Dickens y el molesto señor Andersen













Marcelo Justo, BBC Mundo/Servicios Google

Andersen durmió acá cinco semanas, que a la familia le parecieron años. Charles Dickens

Es lo que le pasó a un grande de la literatura, el inglés Charles Dickens, con otro grande, el danés Hans Christian Andersen, autor de cuentos como "El Patito Feo" o "La Sirenita".
Sucedió en 1857.

Andersen había visitado por primera vez Inglaterra 10 años antes.
En los salones de la condesa de Blessignton, que solía congregar a la crema y nata de Europa, conoció a Dickens.


Historia de dos escritores
Andersen admiraba al escritor inglés y se lo hizo saber, llamándolo "el mas grande de la época".
Dickens también sentía una gran admiración por Andersen: las condiciones estaban dadas para una amistad memorable.


El mes siguiente, Dickens fue a visitarlo a su alojamiento en Londres.


Como Andersen no estaba en casa, Dickens dejó un paquete con ejemplares de sus libros, entre ellos uno que se pone a la venta por unos 300 mil dólares la semana próxima en la feria de Libros Antiguos de Londres.

El libro tiene una dedicatoria que dice: "A Hans Christian Andersen de su amigo y admirador Charles Dickens".

Los dos escritores mantuvieron una cordial correspondencia durante lo diez años siguientes.

En el papel, hasta la fatídica visita de Andersen en 1857, fue la mejor de las relaciones.

El patito feo

La realidad complicó un poco las cosas.

Poco antes de llegar el autor de El Patito feo le envió una carta diciéndole que no se preocupara porque no lo iba a "importunar demasiado".

Pero su estadía de "unos días", empezó a eternizarse.

Pasaron una y dos semanas, luego tres y cuatro, y el desgarbado escritor danés seguía en casa.

Para Andersen, que admiraba tanto a Dickens, estar cerca del escritor era como un cuento de hadas de la literatura.

Para Dickens y su familia fue un infierno.

Ni siquiera entre los niños Andersen fue popular.

Una de las hijas de Dickens lo apodó el "huesudo aburrido".

Cuando finalmente se fue, Dickens escribió en el espejo del cuarto en el que había pernoctado el danés: "Andersen durmió acá cinco semanas, que a la familia le parecieron años".

Andersen, que nunca se caracterizó por su tacto social, no captó ninguna de las insinuaciones que le hicieron durante todo ese tiempo.

Hasta el final de sus días no entendió por qué Dickens no le volvió a responder sus cartas.

Friday, May 23, 2008

Un mexicano y un cántabro ganan concurso literatura comprimida

larioja.com/Servicios Google

El mejicano Eduardo Parra y el cántabro Marcos Pereda ganan el concurso de literatura hiperbreve del 2007
El certamen internacional de literatura comprimida de 'Pompas de Papel' ha recibido en 4 años más de 10.000 textos
El certamen internacional de literatura comprimida de la empresa logroñesa 'Pompas de papel' ha recibido en sus cuatro primeras convocatorias más de 10.000 textos de unos 4.000 participantes, según informó hoy su responsable, Ángel González, que presentó la quinta convocatoria y el 'II Cuadernillo de textos hiperbreves' en rueda de prensa.
'Pompas de papel' es una pequeña empresa afincada en Logroño y dedicada al diseño de camisetas "culturales", cuyas ilustraciones giran siempre en torno a pequeñas piezas literarias. Anualmente convoca un certamen literario cuyos ganadores obtienen, además de un premio en metálico, un diseño acorde con el texto presentado.
González, que compareció ante la prensa en el Ayuntamiento de Logroño junto al concejal de Juventud, José Luis Prado, informó también de los ganadores de la convocatoria de 2007, a la que se presentaron 3.324 textos de 1.058 personas de 10 países: Eduardo Parra, de Méjico, obtuvo el primer premio (500 euros) y Marcos Pereda (Torrelavega, Cantabria) el segundo (300 euros).
El texto de Parra, bajo el título 'No tengo tiempo', es el siguiente: "No tengo tiempo. Ni lámpara. Mis cuentos los escribo a la luz del relámpago."
El de Pereda lleva el epígrafe de 'Dos palabras', y dice así: "Todos los que leen mis relatos, ya sean amigos o enemigos, coinciden en algo. Siempre sobran dos palabras."
El 'II Cuadernillo de textos hiperbreves', presentado también esta mañana, recoge algunos de los textos que participaron en el III Certamen de Literatura Hiperbreve Pompas de Papel y que no fueron publicados en el libro editado del certamen.
Según apuntó González, con esta iniciativa, 'Pompas de papel' pretende "apoyar a quien no se presenta a concursos literarios pero escribe, porque lo que queremos es que todo el mundo escriba". Además, como novedad, próximamente se publicará en la web de la empresa una amplia selección de los textos recibidos hasta el momento.
El plazo para presentar obras al quinto certamen se ha abierto hoy y se cerrará el 15 de septiembre. Cada autor puede presentar hasta 5 obras de tema libre que no superen las 10 líneas y bajo seudónimo. Pueden enviarse a La Gota de Leche de Logroño o, vía Internet, rellenando un formulario en www.pompasdepapel.com.
El jurado es ajeno a la empresa y está formado por la micropoetisa Ajo, el guionista y profesor de la UR Bernardo Sánchez, el profesor de instituto Carlos Velilla y los escritores Andrés Neuman y Sergio Pérez.

Thursday, May 22, 2008

El pensamiento político de Jacques Maritain


El “Club de Lectores” acaba de editar en la ArgentinaLa Democracia Internacional. Una introducción al pensamiento político de Jacques Maritain”.

Se trata de una obra de Luigi Bonanate y Roberto Papini, en la que estos dos reconocidos estudiosos italianos de la política internacional demuestran la actualidad y la relevancia del pensamiento de Jacques Maritain para los debates contemporáneos, a partir del análisis de su obra, poniendo de manifiesto su apertura pluralista y de comprensiòn intercultural e interreligiosa, y su incansable búsqueda de la paz y la justicia.

Es una reflexión sobre las bases en las que podrían desarrollarse las futuras producciones teóricas en el ámbito de la política internacional con el fin de alcanzar un orden mundial que garantice una mejor calidad de vida para todos los pueblos, por lo que este libro puede ser punto de partida para nuevas elaboraciones, que se vuelven más que necesarias a la luz de un mundo que presenta desesperados signos de alerta.

Contiene también dos notas, una biográfica y otra bibliográfica, que ayudan al lector a ubicarse en los extraordinarios y dramáticos tiempos en que vivió el filósofo católico.

Mayor información: www.club-lectores.com.ar

Sunday, May 11, 2008

Walcott; “Nuestros políticos carecen de visión”



Derek Walcott. El premio Nobel de Literatura de Santa Lucía habló en exclusiva con El Caribe durante el marco de la XI Feria Internacional del Libro de Santo Domingo. El poeta y dramaturgo vertió su opinión sobre temas como la política, la búsqueda de la identidad, la literatura y el futuro de la región.

Por Alejandro González / El Caribe/Servicios Google


Santo Domingo.-Derek Walcott está sentado en la terraza del Sofitel. El día pelea su última batalla, y la luz amarilla del crepúsculo golpea la mitad derecha de su rostro. Al fondo, el Ozama parece un estanque. Walcott se acomoda en su silla. A sus 78 años de edad, el premio Nobel de Literatura de Santa Lucía ha hecho esto ya demasiadas veces.

Derek Walcott es un hombre recatado, de frases medidas y palabras contundentes, que articula sus ideas en un inglés de claro acento caribeño. Ante él, uno tiene la sensación de que le está robando su valioso tiempo, de que de no estar aquí respondiendo a estas preguntas, él estaría escribiendo un poema o la escena de una pieza de teatro o trabajando en un cuadro.

Quizás por eso te hace saber con la mirada, desde el principio, que si accedió al encuentro es para que lo aproveches. Nada menos.

¿La búsqueda de una identidad ha sido un tema recurrente en tu obra. En Un llanto lejos de Africa (1962), por ejemplo, te preguntas “…dónde debo mirar, dividido por las venas”. ¿Has logrado reconciliarte a esta altura de tu vida con tus dos mitades, o sigues buscando?

Sí. Creo que las dos mitades se han fundido. Yo soy enfáticamente un escritor caribeno. No soy indiferente, pero en realidad no me importa mucho lo que se diga de mi obra en Nueva York o en Londres. En cambio, estoy muy interesado en la respuesta que tenga mi obra, especialmente la de teatro, en el Caribe.

Porque esa es mi audiencia. Y he tratado de que eso quede claro.

Has dicho que uno de nuestros errores es el de comparar nuestro trabajo con el que se produce en Estados Unidos y Europa.

Sí, creo que las cosas empeoran para nosotros en término de la influencia que el imperio pueda tener en nosotros -y con imperio quiero decir América- a través de su revistas, películas, noticieros, hasta el punto de que casi todos los escritores piensan en un momento en convertirse en escritores americanos.

Por lo que permanecemos siendo escritores de provincia, porque nos medimos con los criterios estéticos reinantes en el imperio, cosa que es un error porque no tenemos el desarrollo tecnológico que ellos tienen.

Y ese es un error del que tenemos que cuidarnos. Yo he visto tanto talento aquí como el que he visto allá; he visto actores en Trinidad que son tan buenos como algunos de los mejores actores que hay en los Estados Unidos.

Pero esta provincialidad que surge cuando nos comparamos con ellos, que tienen un nivel de desarrollo tecnológico mayor, tiene consecuencias negativas para nuestos criterios estéticos.

A ratos pareciera que el Caribe es un vecindario de extraños que viven juntos pero que se ignoran el uno al otro.

El lenguaje es una de las razones de ese distanciamiento, obviamente. Santo Domingo, por ejemplo, puede ser cualquier lugar del Caribe, puede ser una ciudad en Puerto Rico o en Trinidad o en Jamaica, lo que es grandioso porque tu te sientes en casa, geográficamente hablando, donde sea que estés.

Es genial tener todas estas culturas. Pero lo que no es genial es que no tenemos un centro, no hay grandes casas que traduzcan las obras. Yo no sé que se está haciendo en términos de poesía en Santo Domingo. Y eso debería cambiar. La traducción de las obras de autores caribeños debería ser una política de nuestros gobiernos.

¿Cómo empezaste a escribir?

Mi padre, quien murió cuando yo tenía un año, escribía versos. Mi hermano gemelo –soy un gemelo-, quien ya murió, también escribía versos, además de ser un gran pintor y artesano.

Mi madre era una profesora de escuela, y era muy motivadora. Así que fui muy motivado por ella cuando empecé a hacer lo que mi padre había hecho antes que yo.

A pesar de que escribía intensamente desde joven, no fue sino hasta después de los treinta años que me publicaron, en el sentido de ser publicado por una editora. Antes de eso yo me publicaba mis libros, llegué a publicar 4 ó 5, uno de teatro y los demás de poesía.

La pintura y el dibujo han sido fundamentales en tu vida. ¿Hasta qué punto han influenciado tu literatura?

A esta altura ya no sé lo que voy a hacer a continuación, si voy a dibujar o a pintar, o a escribir la escena de una obra de teatro o a trabajar en un poema.

Siempre estoy trabajando, y tengo varias opciones dependiendo en la dirección en la que siento que me dirijo ese día. Por ejemplo, esta mañana trabajé en un poema y ayer me pasé toda la tarde dibujando. Así que creo que para mí ahora es algo instintivo.

Puede suceder que tenga pensado escribir un día y termine dibujando. Pero en fin, el dibujo ayuda con todo, ayuda a encontrar personajes. Yo no ilustro mis poemas, pero hago muchos story boards para el teatro.

Creo que en el teatro y en el cine la experiencia de dibujar sin dudas ayuda mucho.

Ezra Pound hablaba de melopea, fanopea y logopea al referirse a las caraterísticas que debe tener un buen poema. Para tí, ¿cuáles son esas características?

A mí no me gusta responder ese tipo de preguntas, porque es reducirlo a una fórmula, y la verdad es que no hay ninguna fórmula. Pound es muy enfático cuando critica cierta oscuridad y cierto tipo de tradición, y fue un gran crítico en ese sentido.

Pero mucho de lo que él dijo se ha malinterpretado, porque él nunca dijo: “se caótico”, sino lo contrario; así que hacerlo nuevo no significa que debe ser impenetrable. Así que cuando me preguntan que cómo debe ser un poema prefiero no respondar, y lo prefiero cada vez menos con los años.

Vayamos a cuestiones específicas, entonces, como el verso libre. Mucho se ha dicho acerca del verso libre. Elliot dijo: “Ningún vero es libre si quieres hacer un buen trabajo”. Frost dijo: “Es como jugar tennis sin una malla”. Y esas son grandes verdades sobre la estructura y el tono.

Pero depende de cómo uno escuche a cierto escritores. Si sabes cómo escuchar a Ginsbergh, por ejemplo, te das cuenta de que no es libre, de que en realidad está basado en una línea muy larga que es hebrea, y que es como un lamento, una larga línea de lamento.

Y si tomas a Whitman, si piensas en que sus líneas largas tienen un marco, entonces te das cuenta que en cierto sentido no está haciendo verso libre.

Sin embargo, hay mucha gente que piensa que está liberando la poesía de algún tipo de atadura al hacer cosas incoherentes que no tienen ningún tipo de métrica, y eso es algo muy americano.

Los americanos siempre quieren hacer algo nuevo. En otras palabras, viven en un sistema que está siempre atento a quién es la próxima estrella, ya sea en la poesía o en las películas o en el teatro.

Y eso es algo muy peligroso, porque desecha conceptos como el de la disciplina y el aprendizaje.

Algunos críticos han querido ver tu poemario Omeros como la gran épica del Caribe. Sin embargo, tú rechazas esa presunción. ¿Por qué?

Porque no quiero que ciertos estándares de grandeza, lo que quiere decir ciertos estandares de ambición, sean aplicados a culturas que no se miden a esa ambición.

Es decir, el contenido político de Omeros no es el de una épica; no se trata de un imperio; no es la creación de algo, por lo que no es una épica en el sentido tradicional, tal vez solo en el sentido del espacio, pero no en el de un héroe que lucha por su raza.

Pero uno siente que en Omeros hay una intención de redimar una cultura, o al menos una historia común. Pues, no sé si pueda ser leído de esa manera, tal vez sí, y es halagador si se hace.

Pero no me contradigo cuando digo que es el sentido del espacio lo que trato de alcanzar en el libro. Viajar entre las islas del Caribe es un sentimiento increíble.

Yo lo hice hace mucho tiempo. Y esa experiencia no les pertenece sólo a los griegos.

Y si bien es cierto que el primero en escribir sobre ello de manera convincente fue, tal vez, Homeros, mi libro no es un paralelo de lo que él hizo, que es lo que los críticos han querido insinuar.

No puede serlo; es en realidad la experiencia real de viajar entre islas. Yo sabía lo que hacía, que era tratando de provocar ese tipo de paralelismos.

¿Qué le espera al Caribe?

Yo estoy muy desilusionado con el hecho de que a casi todos los gobiernos del Caribe les falte visión.

No invierten lo suficiente en sus artistas, en sus jóvenes; no dan suficientes becas, no crean los mecanismos necesarios para que el arte florezca.

En cambio, hacen lo que hacían los gobiernos coloniales, que es ignorar el balance espiritual de un pueblo.

Construyen un hotel antes de construir un museo. A mi edad, pienso en lo que debió hacerse y en lo que debe hacerse para no desalentar también a la nueva generación de artistas caribeños, desde Santo Domingo hasta Trinidad. Nuestra política es repetitiva, carece de visión.

¿Qué tan duro fue para tí?

No pienso en mí, yo decidí ser lo que soy, un escritor. Pero pienso en términos del teatro, por ejemplo, a lo que le he dedicado casi toda mi vida. Y pensar que hoy en día en Trinidad –donde trabajé con mi compañía de teatro- no ha habido ningún cambio en cuanto a la política hacia el teatro, es algo que da rabia.

¿Crees que si no te hubieras marchado te habrías convertido en el escritor que eres hoy?

Yo nunca me quise ir y convertirme en un dramaturgo en el exilio. Yo quise trabajar con una compañía de teatro en su lugar de origen, como lo hice, básicamente sin ningún tipo de apoyo.

Y no estoy recriminando nada, solo estoy diciendo que esa es una realidad. Los gobiernos dicen “de dónde vamos a sacar el dinero”, y entonces uno ve la cantidad de dinero que despilfarran. Eso produce una hemorragia de talentos.

Trazos del autor

Derek Walcott

Nació en 1930 en el pueblo de Castries, en Santa Lucía, isla de las Antillas Menores. Es poeta, dramaturgo, ensayista y pintor. En 1992 recibió el Premio Nobel de Literatura.

En 1953, Walcott se fue a vivir a Trinidad. Allí trabajó un tiempo como periodista, impartió clases, y dirigió desde 1959 hasta 1976 la compañía Taller de Teatro de Trinidad. En 1981 se fue a vivir a los Estados Unidos, y trabajó hasta hace poco como catedrático universitario.

Entre sus libros más destacados están: Otra vida (1973), Uvas de mar (1976), El viajero afortunado (1981), El testamento de Arkansas (1987), y la que es considerada como su obra más ambiciosa: Omeros (1990). Es autor del libro de ensayos La voz del crepúsculo.

Coloquio histórico en Moca

Listín Diario/Servicios Google

José Abigail Cruz Infante

La mañana estaba húmeda. Una fina y persistente llovizna mojaba las calles del pueblo y los verdes campos de la feraz campiña cibaeña.

Era el sábado 3 de mayo, cuando acudimos solícitos a la residencia del ilustre intelectual mocano Juan Alberto Peña Lebrón y su distinguida consorte Nenita Comprés, para participar en un interesante coloquio sobre el libro La exterminación añorada, de Ángel Salvador Rosario Pérez, y sobre los aspectos más impactantes de la problemática dominico-haitiana.

Como sabemos un coloquio, como tal, no es más que la reunión en que se convoca a un número limitado de personas para que debatan un problema, sin que necesariamente haya de recaer acuerdo. En este caso, se siguió una discusión seguida a la disertación, sobre la cuestión planteada, a cargo de Manuel Núñez, quien viajó de Santo Domingo a Moca en compañía del también historiador Orlando Inoa y el autor de este artículo.

En la amplia y acogedora terraza de la casa de los esposos Peña Lebrón-Compres Fermín se agruparon interesados estudiosos y profesionales mocanos previamente invitados por el anfitrión. Entre otros acudieron: doctor Bruno Rosario Candelier, premio nacional de Literatura 2007; licenciado Juan Luis Guzmán Bencosme, doctor Julio Manuel Ramírez Medina y doctor Rubén Lulo Gitte; otros invitados se excusaron a causa de la lluvia o compromisos familiares.

En un ambiente de rigor académico Manuel Núñez, connotado comentarista de la obra del pensador político e ideólogo Manuel Arturo Peña Batlle y de otros intelectuales dominicanos en la Era de Trujillo realizó una encomiable y rápida exposición del papel y los giros de muchos intelectuales dominicanos en ese período horrible en muchos aspectos de la historia nacional.

Una variante que cautivó al auditorio fue su detallada descripción de la poco conocida vida y trayectoria pública del autor de La exterminación añorada. Santo Domingo, 1957. Ángel Salvador Rosario aportó con ella una obra de vital trascendencia para el pueblo dominicano, pues desarrolla una tesis abiertamente dominicanista rebatiendo los criterios expuestos por el pensador haitiano Jean Price Mars, postulante del antidominicanismo que se anida en su ideología negrista, y que en su conocida obra La República de Haití y la República Dominicana (1953), intenta presentar como manifestación de racismo los afanes dominicanos de preservar su identidad étnica y fortalecer el estado nacional como entidad propia. Esa obra de Price-Mars en su momento fue refutada por Sócrates Nolasco, Emilio Rodríguez Demorizi y el internacionalista Carlos Sánchez y Sánchez, así como por Ángel Salvador Rosario Pérez quizás aun más eficazmente, desmontando los argumentos falaces y violentos del escritor haitiano.

Doris Lessing: ganar el Nobel fue una "catástrofe"



Servicios Google

LONDRES (AFP) — Ganar el premio Nobel de Literatura ha sido una "catástrofe" para la novelista británica Doris Lessing, confesó en una entrevista a la BBC de la que este domingo se difundieron algunos extractos.

"Todo lo que hago es conceder entrevistas y dejarme hacer fotos", declaró la novelista, de 88 años, en una parte de la entrevista que será emitida el lunes por Radio 4.

Interrogada sobre su creación literaria, Lessing fue categórica. "Paré, no tengo energía. Por eso no dejo de decir a los que son más jóvenes que yo que no se imaginen que siempre serán jóvenes", dijo.

Lessing se convirtió en 2007 en la literata más anciana en recibir un Nobel de Literatura.

El galardón recompensó su amplia y diversa obra marcada por África y la causa feminista.

Nacida en Irán en 1919, Doris May Taylor vivió durante los primeros años de su vida en la ex colonia británica de Rhodesia del Sur, el actual Zimbabue. Esto marcó su obra literaria posterior.

Fue miembro del Partido Comunista y a menudo ha sido comparada con la francesa Simone de Beauvoir por sus ideas feministas. 'El cuaderno dorado' (1962) es uno de sus libros más conocidos.

Friday, May 09, 2008

Latinoamérica vive "nuevo estallido" de las letras, dice Arvelo

Diario Libre/Sevicios Google

La manifestación la hace el director de la Feria del Libro

SANTO DOMINGO.- Las letras en América Latina viven un "nuevo estallido", como revela la "gran cantidad de editores de otras partes del mundo que se animan cada día más a publicar a nuestros autores", dijo hoy el director de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, Alejandro Arvelo.

El responsable de la feria recordó el auge que experimentaron las letras hispanas entre los años 50 y 70 del pasado siglo, "pero es evidente que las letras latinoamericanas están teniendo un nuevo bum, un nuevo estallido", agregó.

Arvelo hizo estas manifestaciones a Efe con motivo del cierre de este evento cultural, del que hizo una buena valoración por el volumen de ventas y la asistencia de público registrado y que propició una prórroga de cinco días tras su clausura oficial el pasado domingo.

Según las cifras entregadas por Arvelo, hasta el momento de la clausura oficial se habían producido 1.600.000 visitas y ventas de libros por valor de 62 millones de pesos dominicanos (unos 762.000 dólares).

"Hemos tenido ventas récord, una asistencia sin precedentes y el índice medio de satisfacción del público ha sido muy favorable", señaló.

Un dato que revela el auge de la literatura latinoamericana, según el director de la Feria del Libro, ha sido la presencia en esta undécima edición del certamen de autores invitados de España, México, Colombia, Guatemala, Brasil, Portugal, Panamá y Cuba, además de Puerto Rico y Jamaica.

Junto a ello, Arvelo destacó también la "presencia sin precedentes" en cuanto al número de editoras internacionales en lengua francesa e inglesa.

En esta feria participaron 656 expositores de 44 países y 106 escritores extranjeros, entre ellos el premio Nobel de 2002, Derek Walcott y el ganador del Pulitzer de este año, el dominicano Junot Díaz.
La cita cultural estuvo dedicada en esta undécima edición a los 18 países que conforman la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y al desaparecido historiador y ensayista dominicano Emilio Rodríguez Demorizi, autor de más de 100 obras.